Lo más interesante:
- Respetado consultor de la industria infiere en la importancia de las regulaciones
- Colombia, el primer paÃs con un sistema regulado
- Latinoamérica, un paraÃso para la industria del juego
El rápido crecimiento de Latinoamérica en la industria ha hecho que especialistas en todo tipo de materias relevantes al juego colaboren en pro de la industria y en esta ocasión, Federico RodrÃguez Aguiar ha dado a conocer la importancia de contar con un Estado preparado en materia legal para regular el sector.
Ya existe un ejemplo en Latinoamérica
El Estado tiene la obligación de ordenar el mercado del juego. Propiciar un entorno controlado y ordenado es primordial para el buen desarrollo del mercado. Colombia fue el primer paÃs en tener su industria de los casinos en lÃnea y apuestas deportivas en total regulación en Latinoamérica y algunos paÃses como Brasil ya siguen sus pasos.
En paÃses de Europa, dónde ya existen regulaciones, el crecimiento ordenado y controlado del mercado ha propiciado el correcto aprovechamiento del gobierno y ofreciendo un servicio y producto seguro para la población. El mercado del juego en lÃnea no es muy diferente de otros mercados, pues en todos los que ya están regulados hay leyes que seguir y aspectos que respetar.
Latinoamérica es el paraÃso para las empresas del juego en lÃnea
Latinoamérica, es, innegablemente un paraÃso para las empresas que se desarrollan en el mercado del juego. Al ser una gran extensión territorial con poca o nula oferta, hace que el mercado de esta región sea el predilecto a explotar por algunas de las operadores y proveedores más comprometidas y preparadas a lo largo del globo.
No obstante, uno de los obstáculos a los que se enfrentan de buenas a primeras es la falta de regulaciones en comparación con el territorio europeo. Esto permite algunas empresas poco respetables el tratar de tomar ventaja del sistema para trabajar de forma deshonesta.
Una utopÃa
La total fiscalización y regulación del sistema es inminente para el correcto funcionamiento de la industria, no solo basta con ofrecer buenos dividendos al gobierno, sino también ofrecer protección al usuario y garantÃas a las empresas. De esta manera todas las partes pueden estar en total armonÃa.